Ya conocemos los diferentes tipos de chapacinta que podemos encontrar, los materiales que elegimos para nuestros componentes determinarán la calidad de nuestro producto final, la chapacinta de PVC dentro de los diferentes materiales que podemos elegir son los que más protección y calidad van a aportar a nuestros muebles.
Podemos decir que la chapacinta de PVC es el material que más dureza le va a aportar a nuestras fabricaciones, creando una capa protectora de material plástico a los bordes de nuestros tableros. Según el espesor de la chapacinta de PVC, tendremos un material con una dureza superior o una capa embellecedora con una dureza más baja.
Respecto al acabado estético, si es verdad que los materiales plásticos aportan de forma natural un brillo propio del plástico, aunque esta pequeña diferencia puede atenuarse con barnices. Este tipo de barnices nos permiten ofrecer una línea entera de chapacintas de PVC con un acabado mate o ultramate de 4 de brillo. En Protecnic, conseguimos mimetizar el aspecto de la madera con nuestra chapacinta de PVC, con más de 40 poros y más de 50 rodillos, podemos conseguir igualar cualquier aspecto de madera o fantasía en nuestra chapacinta de PVC.
La chapacinta de PVC con un buen primer, puede tener características impermeables, convirtiéndolo en el componente ideal para muebles de baño y cocina. Hoy en día se está popularizando el uso de melaminas para mesas y encimeras de cocina, sector dominado tradicionalmente por la piedra, el mármol y el granito, ahora abierto a un mundo de posibilidades sin perder la funcionalidad. En las últimas ferias hemos podido ver cocinas con diseños fantasía o materiales antihuella o antibacteriano con acabados tipo piedra, fantasía o ultramates siguiendo las tendencias actuales.
También podemos encontrar un tipo de chapacinta activada con láser o aire caliente que proporciona estanqueidad al material, en Protecnic tenemos 4 capas láser distintas para encajar con cualquier diseño. Estas capas se añaden a nuestro canto convencional, y al activarlas con láser o aire caliente se funde, de esta forma penetra mucho mejor en el aglomerado y crea una capa superficial que elimina las juntas consiguiendo un efecto uniforme.
Así, vemos como la elección del PVC para el acabado de nuestros muebles no solo aporta dureza, impermeabilidad o estanqueidad, le damos resistencia a un producto que puede durar años sin perder sus características físicas y estéticas, manteniendo unas propiedades necesarias para resistir el paso del tiempo.